A pocas horas de que se abran las Sesiones de Alto nivel, en el cual se reunirán los presidentes y/o ministros de ambiente de todo el mundo, aún no hay acuerdo ni texto borrador sobre el cual discutir. A 12 años del Protocolo de Kioto, las diferencias entre el porcentaje de emisiones que se debe reducir y lo que los países están dispuestos a hacer son bastante grandes, tanto para el 2020 como para el 2050. También hay grandes diferencias en cuanto al financiamiento, las ONG observadoras realizaron un calculo en el cual dedujeron que de los 29 billones de dólares prometidos para el mundo en desarrollo para hacer frente al cambio climático, solamente 3 serán dinero fresco y el resto serán dados en forma de créditos.
Tamañas diferencias han hecho que el lunes, las delegaciones de las naciones en desarrollo; entre ellas, el Grupo Africa, y el G77+China (agrupación de la que forma parte la Argentina), abandonaron las negociaciones. Solamente volvieron luego de acordar una nueva agenda de negociaciones con la Ministro de ambiente danesa, quien se encuentra al frente de las mismas.
El tiempo se termina y todo parece complicarse en el Bella Center, lugar donde se está celebrando la COP15. Al caos en las negociaciones, se agrega la cantidad de personas, entre ONG, medios de comunicación y delegados, que se quedaron afuera del evento porque la capacidad del lugar se encuentra desbordada: ya hay 40 mil personas acreditadas para un centro de convenciones que tiene capacidad para 15 mil. Y se estima que con la llegada de los jefes de estado y sus comitivas, la cantidad de gente afuera será mayor, y el ingreso será más estricto y en consecuencia mayor demora habrá para entrar. Esperemos que las organizaciones de la sociedad civil, verdaderas guardianas de las negociaciones, no queden afuera.
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