Tras el terremoto y el tsunami en Japón, sentí que algo debía decir al respecto, por lo que comencé a buscar información. Cuando mi búsqueda se dirigió a teitte, uno de los hallazgos fue un tweet que informaba de un post en un blog la posible influencia del cambio climático como causa de la catástrofe.
Dicho post carecía de datos, por ejemplo, identificar con nombre y apellido a la persona que afirmaba semejante hallazgo, por eso no lo quise tomar como fuente, además que según colegas y especialistas, no hay un estudio científico que confirme con certeza esa correlación (que si resulta ser así estamos en el horno mal).
El comentario que quería hacer pasa por las consecuencias de este desastre, y quiero poner el enfoque en la energía, dado que hasta el momento, hay tres cemtrales (según Greenpeace son 5) con sus sistemas de refrigeración comprometidos.
Japón cuenta con 54 reactores nucleares que cubren el 30 por ciento de la demanda eléctrica del país. Estas instalaciones se realizaron obedeciendo los estrictos estándares japoneses para la construcción de edificaciones. Pero por más segura que sea un central nuclear en su construcción y protocolos de seguridad, y por más que la energía nuclear se considere "limpia", siempre existe una posibilidad de que haya un accidente, de que algo falle: y si eso sucede, se pone en peligro la vida y la salud de la población que vive en las cercanías.
Hoy más que nunca, debemos volver a replantearnos la posibilidad de generar energías verdes que no representen un peligro para quienes habitamos el planeta. Existen y tenemos que aprovecharlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario