Terminó en Bonn la anteúltima serie de "charlas" previas a la COP16 de Cancún, y todo dlice que no han habido novedades importantes. Tanto han bajado las expectativas que, según lo informa el Boletín de Negociaciones de la Tierra (ENB), medio que realiza la cobertura de muchas de las conferencias de Naciones Unidas relacionadas con el medio ambiente, en este evento casi no se ha sentido la presencia de las ONG, quienes sí tienen previsto hacerse notar en México.
Parece que el traspié demócrata en Estados Unidos al posponer el tratamiento del Climate Bill, ha afectado enormemente la posibilidad de que se avanzaran en las negociaciones...
Desde ya lo acordado en Copenaghe va quedando en el recuerdo (si alguien se acuerda). Mientras arden bosques en Rusia en medio de la peor sequía de los últimos 130 años, Pakistán está en alerta roja por inundaciones, y una enorme masa de hielo se desprendió de un glaciar en Groenlandia, no hay forma de que alguien se comprometa a brindar los 100 millones de dólares para ayudar a los países que están más expuestos al cambio climático, ni hay forma de ponerse de acuerdo sobre si se debe trabajar en base de lograr 1,5 o dos grados de aumento de temperatura global, si el próximo período debe ser de 5 o de 8 años, cúales serían los porcentajes de reducción de emisiones para 2020 y 2050, etcétera, etcétera, etcétera.
Tantos etcéteras tiene esta historia que lo único que consiguiò es doblar la cantidad de páginas a discutir en la última ronda de octubre en China.
Cristiana Figueres, nueva secretaria de la UNFCCC,en un esfuero pro mostrar que se había logrado un progreso (en cuestiones menores,por cierto) dijo que recién estábamos preparando la olla para lo que podría venir.
A esta altura, me parece que la olla nos está cocinando a nosotros...
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