Parece una construcción propia de uno de los diarios nuevos que circula por Buenos Aires, pero en realidad, es una forma de referirme a uno de los problemas más importantes a nivel ambiental que enfrentan las grandes ciudades, el transporte. Embotellamientos; transporte público de mala calidad, con unidades viejas e ineficientes; un parque automotor que no para de crecer, son algunos de los problemas cotidianos que enfrentamos los porteños cuando debemos trasladarnos por la Ciudad. Pero además, este sector es uno de los grandes aportantes de gases de efecto invernadero, y esto se debe principalmente a lque la mayoría de los motores que impulsan colectivos, camiones y coches, utilizan combustibles fósiles. A nivel global, el transporte produce el 25 por ciento de los gases de efecto invernadero a nivel mundial.
En la Ciudad
El gobierno local está actuando para mejorarlo, aunque con algunas críticas, mediante la implementación de un circuito de bicisendas y la implementación del Metrobús, un carril exclusivo para la circulación de colectivos por la avenida Juan B. Justo. Estas acciones contaron con el asesoramiento del Instituto de Politicas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), una organización internacional sin fines de lucro que promueve la reducción del automóvil y las mejoras en los sistemas de transporte que solucionen los problemas de contaminación, tráfico e inequidad en las ciudades.
A fines de mayo entrevisté a Andrés Fingeret, director en Argentina del instituto, para hablar de la problemática del tránsito y el desafío que supone para los porteños y para la gente que todos los días viene a la ciudad por diversas razones, cambiar el modo de trasladarse.
Hace pocos días, y con motivo del 25 aniversario de ITDP, pasó por Buenos Aires la muestra “Nuestras ciudades, nuestro futuro”, la cual se intenta reflejar cómo funciona el transporte y la manera en que éste determina cómo es vivir en las grandes urbes. La organización, además, desafió a 10 prestigiosos arquitectos a imaginar cómo sería movilizarse en diez ciudades en el año 2030, entre ellas la capital de la Argentina, donde el estudio de arquitectura PALO imaginó cómo serían algunas calles de la Boca dentro de 19 años.
En el slide, les dejo algunas fotos.
Y aquí les dejo el video con una aclaración en cuanto a la última pregunta: La entrevista se realizó a fines de mayo, por lo que posiblemente la respuesta pueda parecer fuera de tiempo, pero no deja de ser válida
